LAS RUTAS DEL SILENCIO

Un tournant a été marqué dans un monde qui meurt... Et cette impression d'une civilisation originale qui s'éteint dans le grand creuset aveugle de la vie moderne, nous la retrouvons à chaque pas... Hier notre guide nous a montré dans le ravin de Barrasil une multitude de champs de blé grands comme de mouchoirs de poche; les paysans les ont patiemment taillés sur la pente abrupte désempierrée, défrichée, au prix souvent d'une heure de marche; il fallait cela pour nourrir des villages surpeuplés. Mais d'année en année la jeunesse s'en va, attirée par le développement industriel de Lérida et de Barcelone. Et les champs suspendus retombent en friche... Abandonnée aussi l'eau salée d'une fontaine que l'ont faisait évaporer au soleil pour avoir sa provisions de sel, les falaises de calcaire et de gypse dont on tirait la chaux et le plâtre, -"un plâtre bien meilleur que celui qui nous vient maintenant de Madrid". Louis Laborde-Balen, 1965

Mais réduire l'intérêt de cette montagne aux pittoresques étrangetés visibles (...) serait trahir la vraie nature de ce massif. Parce que dans ce coin retiré de hautes terres, l'ambiance prévaut toujours sur le paysage. L'obsession de l'eau rare, une communion intime avec la pierre torturée, cette solitude sans partage, voilà qui constitue, au fond, l'attrait réel de ces lieux; voilà aussi les test grâce auxquels la sierra de Guara reconnaîtra les siens! Pierre Minvielle, 1966

Nous nous reposons examinant les lieux. En contrebas, 300 m environs, l'on voit où l'on devine le fond du barranco. Des ramiers que nous envions se poursuivent dans l'étroit couloir de 3 à 4 m de large qui serpente à travers falaises et redents. 100 m plus haut, la cassure s'élargit, d'immenses gradins montent vers nous, par endroit le calcaire gris, bleu ou rouge fait place au vert profond du buis et des lentisques. Au travers surgit une forêt d'aiguilles où les choucas slaloment sans problème. Plus haut, presque à la crête terminale, impassibles, souverains, des couples de vautours ont entrepris une ronde qui va s'élargissant. L'ont resterait là des heures, pas un bruit, pas un cri, si ce n'est de braillards choucas procédant à quelque élection. Nul ne parle, comment dire ce que nous ressentons, décrire ce que nous voyons... Christian Abadie, 1971

Existir en la memoria es una de las formas más poderosas de existencia que conocen los humanos (...) Y ya se sabe que la nostalgia es una expresión suave y resignada del miedo. Sergio del Molino, 2016

lunes, 27 de enero de 2025

LOS OTROS CAMPOS DEL BARRANCO MASCÚN

Con anterioridad hemos dado cuenta de los llamados Huertos de Mascún (ver aquí) y también publicamos un artículo al respecto en la revista Mallada del Instituto de Estudios Aragoneses (ver aquí).
Sin embargo, no son los únicos que se encuentran en su fondo. Y no deja de ser sorprendente ya que aquellos huertos contaban con agua garantizada gracias al caudal permanente de la Fuente Mascún, pero estos otros se encuentran aguas arriba, allí donde el río Mascún ya no existe siempre como tal sino tan solo el barranco (ver aquí).
Situémoslos:
(Fuente mapa: IGN, serie MTN25, hoja 249-I Rodellar, 3ª edición, 2014)
Círculo rojo 1: Huertos de Mascún. Rectángulo rojo 2: Fajeta o Real. Rectángulo rojo 3: Huertos de Juan.
1: Saltadero as Lañas (ver aquí). 2: Gorgas de Juan (ver aquí, aquí y aquí). 3: Puntal d'a Costera (ver aquí).
Rectángulo naranja inferior: Garganta Baja (ver aquí). Rectángulo naranja superior: Garganta Alta (ver aquí).
1: Barranco d'Otín (ver aquí). 2: Barranco Raisén (ver aquí).
1: Campo Trabuxas (ver aquí). 2: Losa Mora (ver aquí). Punto azul: Seral (ver aquí).

(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

FAJETA O REAL
Su nombre aunque simple está bien puesto. Por un lado se trata, efectivamente, de una fajeta ganada al terreno en la misma orilla de la margen derecha. Por el otro se encuentra en medio de o Real de Mascún (ver aquí).
Es fácil de reparar, se extiende justo aguas arriba del arranque del camino de a Costera d'Otín (ver aquí).

El recuadro rojo señala a Fajeta o Real (vista tomada a medio recorrido del camino que sube por a Costera d'Otín).
Foto similar a la anterior pero más de cerca. El punto rojo sitúa a Fajeta o Real y la flecha roja el arranque del camino.

Hoy en día es una esplanada de matorral, es difícil caer en la cuenta de que antaño aquí se cultivó. Sin embargo, tanto en las ortofotos como en las fotos antiguas se aprecia mejor su uso tradicional:

Recuadro rojo: a Fajeta o Real. a: camino por a Costera d'Otín. Recuadro naranja: Puntal d'a Costera (ver aquí) y Cuca BellostaPunto naranja: antiguas fajetas del olivar de Casa Bellosta de Otín (ver aquí).
(Fuente ortofotos: IGN, comparador PNOA)
La misma vista pero más de cerca. Impresiona ver el cauce del Mascún completamente limpio y pedregoso, muestra inequívoca de épocas mucho más lluviosas que la nuestra. Y a su vez demostración palmaria de las dificultades de riego que tenía a Fajeta o Real.
(Fuente ortofotos: IGN, comparador PNOA)

A Fajeta o Real es propiedad de Casa Cabalero de Otín y, según nos cuenta Juan José Santolaria, su abuelo fue el último en cultivarlo. Difícil labor con tan poca (a menudo ninguna) agua a disposición...

No hay ninguna referencia anterior, nadie la ha mencionado o reparado en ella. Eso sí, figura registrada en el Catastro englobada en una parcela más amplia de clase rústica y aprovechamiento de pastos (aunque estos, como ya hemos visto, fueron cosas de otros tiempos).

HUERTOS DE JUAN
Estos, por el contrario, son un poco más conocidos. Y lo son gracias a la época de las primeras exploraciones modernas del tramo superior del cañón del Barranco Mascún, el mal llamado "Mascún Superior".
Pierre Minvielle, ni en su artículo de 1966 ni en su libro de 1974 (ver página 'Documentación') menciona su existencia. Es Christian Abadie quien, en su artículo de 1971 'Cents ans après Lequeutre' (ver página citada), lo nombra por primera vez:
"(...) c'est au travers d'une grotte que le ruisseau disparaît, une marmite et le barranco tourne brusquement à droite. Je suis seul et ne puis aller plus loin. Au retour , rive droite, je tombe sur des terrasses et de traces de culture. Félix me dira que c'est le champ de Juan que l'on venait cultiver depuis Otin."
El señor Esteban Bergés, de casa Tejedor de Otín, también creía recordar que era de Otín quien bajaba hasta allí a cultivar. Sin embargo la duda persiste, la señora Inés Bellosta (de casa Bellosta de Otín) pensaba que se trataba de un vecino de Letosa ¿de casa o Piquero? Y lo cierto es que la güega (límite) entre el monte de Otín y el de Letosa pasaba por el cauce del Barranco Raisén con lo cual los huertos se encontraban, como luego veremos, dentro del término de Letosa. El catastro ya no recoge estas parcelas y la memoria sobre la pertenencia de este lugar pertenece ya al pasado... Todo lo más que sabemos es su probable abandono durante la posguerra.
La denominación de Gorgas de Juan (mal llamadas "Cascadas de Peña Guara") al estrecho de marmitas que se encuentra todavía más aguas arriba quizá sea una indicación de la pertenencia de estos lugares más a Letosa que a Otín. Pero no lo sabemos, y la historia y las propiedades son a veces caprichosas.

Los Huertos de Juan son dos fajetas, una en cada orilla del Barranco Mascún y situadas aguas arriba de la desembocadura del Barranco Raisén. Veamos dónde se encuentran:

Tramo de cabecera del cañón del Barranco Mascún.
De los dos Huertos de Juan, el inferior (Hi) se encuentra en la orilla derecha del Mascún y contiguo a la desembocadura del Barranco Raisén. El superior (Hs) aparece en un meandro aguas arriba y en la orilla izquierda.
Doble flecha rosa: Barranco Raisén. Círculo rosa: Saltadero Raisén. Recuadro naranja: Huertos de Raisén (ver aquí todos estos lugares que tienen que ver con Raisén). Punto rosa: Puyal de Letosa (ver aquíaquí). a: Camino de los Corrales de Letosa al Saltadero as Lañas. b: Camino de los Corrales de Letosa a Letosa. c: Sendero d'as Zinglas. d: Sendero d'as Peñas Altas (ver estos senderos aquí).

(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

Y ahora más de cerca:


Recuadro Hs: huerto superior. Recuadro Hi: huerto inferior. Doble flecha rosa: Barranco Raisén.
(Fuente ortofoto izda: aplicación Mapas de apple, versión 3.0, ortofoto dcha: Google Earth)

El huerto superior (Hs) se distingue muy bien. Aún se ve el aterrazamiento y el muro semicircular de piedra seca que lo protegía del cauce del Mascún.
(Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0)

Efectivamente, el huerto superior es el que mejor se ve en la actualidad ya que el inferior está más cubierto de vegetación. Pero las fotos antiguas (el vuelo americano de 1956-57) nos permiten apreciar mejor a ambos:

En la foto de 1956 sigue viéndose muy bien el huerto superior (Hs) con su arco de piedra seca, pero también vemos claramente el aterrazamiento limpio del inferior (Hi) contiguo a la confluencia del Barranco Raisén (doble flecha rosa).
(Fuente ortofotos: IGN, comparador PNOA)

A día de hoy no es evidente imaginar cómo se accedía a estos huertos situados en el mismo fondo de tan agreste cañón.
Por la vertiente derecha se encuentran as Zinglas (ver aquí), mal terreno de escabroso tránsito. Por aquí solo se bajaba, ocasionalmente, para pescar.
La margen izquierda era recorrida (lo hemos señalado en una foto anterior) por un camino bien transitable que unía los Corrales de Letosa con esta población. Por él podían circular las caballerías y el terreno hasta el cauce no es tan complicado. Este era, según sabemos, el utilizado por aquel antiguo hortelano, pero ¿por dónde exactamente?
La memoria y el recuerdo se detienen aquí.


ACTUALIZACIÓN (17 de febrero de 2025)
Las mismas fotografías antiguas que utilizábamos en la entrada anterior para las fajetas de Casa Bellosta en a Costera d'Otín, nos sirven para mostrar a Fajeta o Real:

El recuadro naranja señala a Fajeta o Real, el recuadro rojo las fajetas donde se encuentran las oliveras de Casa Bellosta (ver aquí) y la flecha rosa indica el arranque del Camino a Costera.
Fotografía tomada por el conde Saint-Saud el 18 de junio de 1881 (ver aquí).

(Fuente: BnF Gallica, ver aquí)

Mismos recuadros e indicaciones de la foto anterior.
Imagen tomada por Lucien Briet, muy probablemente el 18 de agosto de 1904.
(Fuente: Fondo Briet, Châreau-Fort de Lourdes)

Ambas fotografías vuelven a mostrar lo difícil de regar el campo, pero también la impetuosidad de las crecidas del río Mascún que, literalmente, se comían el borde de la terraza fluvial donde se asentaba.


domingo, 19 de enero de 2025

VIEJOS TESTIMONIOS EN A COSTERA D'OTÍN

La ladera por donde se extiende a Costera d'Otín era monte de este lugar, de ahí su nombre (ver aquí). Y de ahí también que algunas casas tuvieran fincas y se utilizara el terreno. A este respecto hemos dado ya cuenta de unas viejas oliveras de Casa Bellosta de Otín (ver la entrada aquí) Allí mencionábamos que se encuentran junto al conocido camino que de Rodellar sube a Otín, y ya apuntábamos que cada vez se veían menos por el crecimiento de la vegetación. A día de hoy el terreno se ha emboscado todavía más y la cosa se complica progresivamente. Pero estos tres olivos no están solos, y hay más cosas...

Primero vamos a situar lo que nos interesa:

Dos vistas de la parte superior de a Costera d'Otín. Se distingue bien el camino.
En rosa se sitúa el Carrascal de Bellosta, en rojo las fajetas con oliveras, en naranja la cueva de ganado y en azul el abrigo arreglado.

Vamos a comentar ahora estos lugares.

TRES OLIVERAS VISIBLES (y algunas más)
Estas tres oliveras (olivos) se encuentran casi contiguas al camino y la primera referencia antigua al respecto es una fotografía publicada recientemente pero que data de 1970. Bien merece compararla con la actualidad:


Arriba: foto tomada por Adolfo Castán en 1970 (publicada este año en el tomo 2 de los pueblos deshabitados de la Sierra de Guara, ver aquí).
Abajo: imagen del pasado 22 de diciembre de 2024.

Queda más que claro como la vegetación, una vez más, va ocultando (borrando) la historia del pasado.

Estas son las tres oliveras mencionadas, lo que queda de ellas.

Por lo que respecta a la pared de piedra seca que sustenta la fajeta de estos tres olivos, tan clara en la foto de Castán (pero ya en derrumbe en aquellos años), poco y escondido es lo que queda:

Desde cerca es imposible ver el muro, tan solo desde lejos y buscando el lugar puede verse algo de él.
Recuadro rojo: las tres oliveras. Recuadro naranja: parte del muro de piedra seca.
Tres fotografías de lo que queda de esta pared de piedra seca.

Pues bien, sabíamos de estas tres oliveras pero lo cierto es que esta ladera guardaba más. Es difícil distinguir las fajetas de tierra ni se ven estos otros olivos, pero allí se encuentran:

Se ve muy bien el camino que serpentea por a Costera d'Otín, con el fondo del Barranco Mascún a la izquierda.
El recuadro rojo sitúa las tres oliveras que ya hemos mencionado, las flechas rojas señalan la ladera donde se encuentran las fajetas y el resto de los árboles.
Desde lejos, en la otra vertiente del cañón y más o menos en frente, la disposición de las carrascas delatan, con buen ojo, la existencia de las fajetas (recuadro rojo). La doble flecha rosa señala el Carrascal de Bellosta, que luego veremos.

El recuadro rojo señala la zona de las fajetas donde se encontraba el olivar. La doble flecha roja sitúa el Carrascal de Bellosta, que luego veremos.
Se distingue muy bien el camino que remonta a Costera d'Otín, también lo pedregoso que era antaño el cauce del Barranco Mascún y lo poco que es hoy.

(Fuente ortofotos: IGN, comparador PNOA)
Otra comparativa, más de cerca y respecto al mapa topográfico. Se distingue con más claridad el aterrazamiento (recuadro rojo).
(Fuente: IGN, comparador PNOA)

Estas fajetas, al igual que la de los tres olivos anteriores, son estrechas y alargadas, y los árboles se encontraban alineados. Este otro conjunto ha sufrido más el paso del tiempo:

La foto de la izquierda muestra lo estrecho de los aterrazamientos, la de la derecha uno de los muy pocos restos de la vieja sustentación de piedra seca.
Cuatro imágenes para seguir comprobando lo estrecho y desmoronado de las fajetas, asi como algunas de las viejas oliveras ya muertas y resecas.

Todos ellos son los testigos de lo que fue el olivar más alto del Valle de Rodellar, en torno a los 850 msnm según el mapa de más arriba. No es común encontrarlos a esta altitud.
En opinión de quienes los conocieron en aquel otro momento, la sequedad del terreno, el abandono y falta de poda y cuidados, causaron la muerte de estos árboles.

UN CARRASCAL Y UNA CUEVA
Justo por encima de estas viejas fajetas la ladera cambia y vamos a pasar de un uso agrícola a otro ganadero. Nos encontramos en el Carrascal de Bellosta (de nuevo por la casa homónima de Otín):

El Carrascal de Bellosta lo señala la doble flecha rosa. La flecha roja indica dónde se encuentra las tres oliveras que ya hemos visto y el recuadro rojo las fajetas con el resto de olivos. La flecha naranja sitúa la cueva que ahora veremos y la flecha azul el abrigo que veremos después.
(Fuente ortofotos: IGN comparador PNOA)
Este es el Carrascal de Bellosta. La glera discurre limpiamente, sin matorral. A la izquierda, al sol, está la peña donde se encuentra la cueva.

Según nos han contado Juan José Santolaria (casa Cabalero de Otín), Joaquín Javierre (casa Albás de Rodellar) y José Cebollero (casa Ortas de Rodellar), por esta ladera del carrascal circulaba suelto el ganado mientras que los pastores a menudo iban por lo alto del monte. Este antiguo tránsito de animales se comprueba en una bonita cueva situada en este lugar:


Izquierda: justo a la altura de dos pináculos rocosos, el punto débil que los separa se convierte en cueva a la altura del suelo.
Derecha: son dos cavidades pero la superior es inaccesible; el recuadro rojo señala un recinto de piedra seca.
El interior de la cueva tiene cierto volumen y es muy regular en su morfología. El suelo está completamente recubierto de excrementos. En su entrada (a la derecha de la foto) aparece una pequeña construcción de piedra seca que parece ser lo que queda de un resguardo de pastores.

El uso de esta cavidad debe ser bastante antiguo ya que Juan José nunca oyó hablar de ella a los mayores de Otín.

UN ABRIGO ESCONDIDO
Pero aún queda, al menos, otro misterio.
Justo en el extremo sur de las fajetas con olivos un gran bloque desprendido, oculto por las carrascas, guarda una somera construcción:


Una hilera de bloques, algunos de buen tamaño, fueron colocados para ofrecer un estrecho y alargado rellano. Pero ¿para qué?
No sirven para encerrar ganado, no parece lógico que sirvieran para dormir. ¿Quizá sirvieron de arnal? pues lo cierto es que recuerda un poco a otros lugares con este uso y de hecho algunas casas de Otín tuvieron colmenas.
Pero tampoco esta vez nos es dado saber más, el señor Juan José tampoco sabe de este abrigo, presumiblemente bastante viejo.

-----oooo-----

Entre todos estos montes al cobijo de Guara, pocos son los caminos tan conocidos y divulgados como el que discurre por a Costera d'Otín. Frecuentado desde hace siglos por quienes iban y venía de la montaña al llano, fue siempre mencionado y recorrido por aquellos viajeros de finales del siglo XIX y principios del XX que empezaron a dar conocimiento de estos lugares más allá del ámbito local. Todos ellos siempre pusieron la atención en el paisaje tan original como monumental del Barranco Mascún. Ninguno se detuvo, al pasar por aquí, a mencionar otra cosa. Y así ha sucedido hasta nuestros días, con la excepción de las 3 pequeñas oliveras.
Es moneda corriente, lo pequeño, lo de "ir por casa", lo que se encuentra fuera o escondido de la vista, se queda normalmente en la memoria particular y así, con el tiempo, va desapareciendo al hilo de las personas que lo conocían. Todo esto es algo que venimos observando reiteradamente a lo largo de este blog y que volvemos a encontrar en los alrededores de este afamado camino.


ACTUALIZACIÓN (17 febrero 2025)
En dos antiguas fotografías, de dos ilustres viajeros, se vislumbran las fajetas con las oliveras de Casa bellosta:

El recuadro rojo señala las fajetas y el recuadro naranja a Fajeta o Real (de la que hemos dado cuenta en otra entrada, ver aquí). La flecha rosa indica el arranque del Camino a Costera.
Esta fotografía, tomada por el conde Saint-Saud el 18 de junio de 1881, ya la explicamos en una entrada anterior (ver aquí).

(Fuente: BnF Gallica, ver aquí)

Mismos recuadros e indicaciones de la foto anterior.
Imagen tomada por Lucien Briet, muy probablemente el 18 de agosto de 1904.
(Fuente: Fondo Briet, Château-Fort de Lourdes)




viernes, 3 de enero de 2025

TRAS LAS LLUVIAS

Ya en invierno y acabado el año vamos a echar un vistazo a algunas de las modificaciones que las lluvias de este otoño han ocasionado por algunos lugares del valle. Ya se sabe, el agua siempre reclama su lugar y si no, encuentra su camino. En estos tiempos de sequera e irregularidad climática parece que lo hayamos olvidado.

LAS LLUVIAS DE SEPTIEMBRE
A primeros de mes llovió copiosamente. El día 3 cayó una buena tormenta, la del día 6 fue fenomenal. Se añadieron a un otoño bien lluvioso. Veamos una indicación del registro pluviométrico:

El recuadro rojo señala la zona del Valle de Rodellar que vamos a ilustrar.
(Fuente: SAIH Ebro)

Como se ve en el mapa de precipitaciones, el registro es muy considerable. Los barrancos se desbordaron, los manantiales manaron copiosamente, el agua circuló por cualquier sitio buscando por donde circular, el terreno se reblandeció, las grietas de las rocas se inundaron de agua llevándose los materiales más blandos o inestables...

Vamos a mostrar algunos ejemplos de las consecuencias.

PEDRUEL. En torno a o Solencio
O Solencio Pedruel es un curioso manantial del que ya hemos dado noticia anteriormente (ver aquí).

Esta es la cabecera del torrente que genera el manantial. El cauce actual está algo desmantelado por la fuerza del agua de las lluvias recientes.
Este es el punto de salida de agua situado más arriba. Queda claro el ímpetu del caudal y movimiento de materiales.
Un poco más abajo (y no es el único lugar) también ha habido modificaciones.

El propio torrente que genera o Solencio ha sufrido algunas modificaciones:


En su desembocadura se encuentra el vado de la carretera que sube a Pedruel. Y ésta también ha sufrido el ímpetu del propio río Alcanadre:

Una parte del asfaltado fue arrancado por completo. La flecha roja señala la desembocadura de la torrentera de o Solencio Pedruel. Aguas abajo del vado se encuentran las piedras de as Pasaderas (ver aquí), completamente ocultas ahora por el caudal.

De este lugar arranca o Camino Solencio, el cual también sufrido el derrumbe de buena parte de sus paredes de piedra seca:

Esta es la primera parte del camino, la más cercana a o Solencio.
Y así se encuentra poco después.

PEDRUEL. A Fuente
El camino que de Pedruel lleva a la fuente del lugar ha sufrido un impresionante deterioro justo al llegar a la misma:

Una leve depresión en la ladera del campo contiguo canalizó una considerable cantidad de caudal, hasta el punto de llevarse por delante el muro de sustentación del campo y del propio camino. El rastro de su paso se prolonga a modo de lengua por el campo inferior (a la izquierda de la foto).

BARRANCO MASCÚN. El Barranco la Virgen y su desembocadura
La curva del Barranco Mascún donde desemboca el Barranco la Virgen es (era) un lugar de modificaciones periódicas (ver ficha de este aquí). Y así ha vuelto a suceder. Las ocasionales avenidas de este barranco, normalmente seco por completo, llegaban incluso a deteriorar los muros del Huerto Tendero situado en frente, pero esta vez los cambios se han quedado en la confluencia de cauces:

El recuadro rojo muestra el alargado cúmulo de grava amontonado inmediatamente aguas abajo de la confluencia.
a: Huerto Tendero. b: Barranco la Virgen. Punto naranja: Badina Barranco (ver aquí).
Vista del lugar desde el muro que delimita el Huerto Tendero.

Lo estrecho del Barranco la Virgen y lo pedregoso de su cauce han favorecido los cambios. Veamos que ha pasado en su tramo inferior, el situado por debajo del camino que lleva a la ermita de la Virgen del Castillo:

Los diversos pasillos del inicio se han limpiado de arbustos y la grava se ha removido.
En el pasillo que conduce al estrecho de los rápeles también se ve el movimiento de piedras y algunos arbustos arrancados por la fuerza del agua.
En cambio, en ese tramo de rápeles no ha habido modificación alguna.
Este es el cañoncito final del Barranco la Virgen. Aquí vuelve a verse el desmantelamiento del cauce, más vistoso al contar con mayor potencia de sedimento.

Este desmantelamiento del cauce se refleja, ya lo hemos visto al principio, en su desembocadura en el Barranco Mascún:

Lengua de grava arrastrada desde el interior del Barranco la Virgen. Aparece dispuesta en el lateral del río Mascún debido al empuje de este.
El punto rojo sitúa el Huerto Tendero.
En esta foto se observa como el arrastre de grave proviene del Barranco la Virgen (oculto a la derecha de la imagen) y no del Barranco Mascún (situado en frente y con el lecho y vegetación intactos).
Punto rojo: Huerto Tendero. Punto naranja: Badina Barranco.


Hasta aquí hemos visto modificaciones debidas a la acción directa del caudal. Pero el agua también actúa más lentamente, reblandeciendo el terreno, alterando (incluso vaciando) las fisuras de las rocas, desequilibrando asi la estabilidad de los conjuntos rocosos. He aquí algunos ejemplos  sucedidos hace unos pocos días:

EN EL CAMINO AS GRADERAS
Ya había, desde hace mucho tiempo, una gran roca en el mismo camino, al pie del alargado y vistoso cantil por cuya base circula la senda. Ahora, y a pocos metros de él, más piedras han venido a sumarse:


El viejo bloque y los nuevos.

EN LA BASE DE OS CAGATÉS
En el zócalo rocoso que sustenta el bonito cresterío de agujas conocidas como os Cagatés, en la margen izquierda del Barranco Mascún, luce actualmente un buen desconchado:

Localización del desprendimiento y su recorrido.

Se ha generado un buen cono de derrubios. El paso del tiempo le irá cambiando el color y se irá incorporando a tantos otros que han hecho el paisaje que en nuestras cortas vidas conocemos.