El Puntal d'a Bendosa es una peña muy característica en la cabecera de la Garganta Baja y a la vista de Seral (ver aquí). Al pie de la misma se encuentra la Cueva Bendosa, utilizada antaño para guardar ganado (ver aquí).
Sin embargo, esta montaña también conserva un pequeño secreto, unos escondrijos. Uno de ellos es muy visible desde muchos puntos del valle: un agujero bien redondo.
Pero no es el único. Hay dos covachos más:
Los he visitado en dos ocasiones: el 16 de febrero de 1992 con José Antonio Cuchí y el pasado 26 de noviembre de 2017 con Anabel. Todo parecía igual, aunque no tanto el paisaje que desde allí se divisa.
El acceso se efectúa desde la misma cima del Puntal d'a Bendosa acercándose hasta el borde de los escarpes:
El promontorio anaranjado delata el lugar pero no veremos ninguna de las tres cuevas hasta que las tengamos delante, la vegetación las oculta.
EL AGUJERO REDONDO
Desde lejos parece adoptar esta forma pero una vez en él no lo es tanto.
Solo se distinguen restos animales, aunque una rama de boj aparece colocada intencionadamente en una cavidad del fondo:
EL ABRIGO ESCONDIDO
Justo a la izquierda del agujero anterior se encuentra una cavidad de techo bajo y que se estrecha rápidamente. Parece apuntar hacia el ramal B de la cueva siguiente.
Está completamente oculta por la vegetación. No tiene especial interés.
EL COVACHO DEL BLOQUE
Más a la izquierda todavía aparece otra, quizá más curiosa. Pese a que no hay muchos arbustos tampoco se distingue, pero la delata un gran bloque desprendido que se apoya en la bóveda de la entrada:
Al contrario de sus vecinas, esta sí avanza algo aunque con el techo muy bajo (en 1992 dibuje un sencillo croquis):
Volvimos a encontrar los restos de la presencia de aquellos cuchareros de antaño:
Pero también, y esto no lo recordaba ni lo apunté en 1992, el espinazo de un esqueleto:
No creemos que este abrigo tuviera alguna vez un cierre de piedra seca. Pero las piedras que subsisten parecen tener aún cierta disposición y estructura:
Ciertamente deben ser muy escasos los lugares de estos montes que no hayan recibido la visita de los cuidadores de cabras y buscadores de boj.