"Exposición de motivos"
El pasado 3 de diciembre volvimos ex profeso para ver las estacas y el agujero de la colmena (ver aquí) ya que tenemos el proyecto de escribir algo al respecto. Sin embargo, ya hacia el final de Loma Güega el río se dejaba oir bien y una vez abajo comprobamos que, efectivamente, esta vez no íbamos a llegar por el fondo del cañón.
Intentamos cruzar por la cornisa boscosa que se ve en la fotografía y conseguimos alcanzar un bonito circo con un tragaluz y unos abrigos con estalagmitas (sin pinturas...), pero sin acceso al río.
Visto lo visto, decidimos retroceder por el camino y acercarnos todo lo posible hasta situarnos en frente de la pared de las estacas. Y así, remendando el fracaso, encontramos lo imprevisto.
Veamos cada cosa.
DE PASTORES
Para acceder a la ladera situada frente a la pared de la miel se parte de la canaleta boscosa donde el Camino os Fornazos zigzaguea (aún quedan restos de pared de piedra seca). A mano derecha se distingue el espinazo rocoso que hay que cruzar y precisamente allí se dibuja una pequeña brecha en la que todavía se distingue la vieja senda. Al otro lado se abre la ladera que buscábamos.
Fue utilizada sin duda por pastores y pensamos que seguramente también por quienes recogían la miel junto al río (ver más abajo). A primera vista no hay nada sospechoso por el suelo, pero Anabel se fijó en seguida en la pared:
La flecha roja señala el palo clavado donde los pastores colgaban el morral (en otras entradas hemos visto ejemplos similares). En los recuadros rojos aparece algo diferente.
Nuevas incógnitas...
DE LA MIEL
A este respecto nos llevamos otra sorpresa. La pendiente se bajaba sin dificultades pero, además e inesperadamente, las dos barreras rocosas que nos separaban del río también tienen su punto débil:
A partir de allí solo quedan unos pocos metros para llegar al río, justo en frente de la pared de la miel con sus estacas de madera clavadas:
No nos cabe duda que dimos con el itinerario que seguían quienes aquí acudían a recoger la miel.
Quienes estuvimos
Fue, una vez más, un buen día para recordar: