Y ya se sabe, lejos de casa, en medio de la montaña. Donde siempre habían estado. Y eran buenos lugares.
PALLEBLA. La ladera que guarda Mascún
Con este nombre se referencia un territorio muy extenso que cubre gran parte de la vertiente izquierda del Barranco Mascún, hasta lo alto del mismo Cerro Balcez. A grosso modo ocupa desde los Corrales de Letosa, al Norte, hasta la divisoria que desde Picariza baja a Turuezo y os Cagatés, al Sur.
Para coger el Camino Pallebla había que llegar primero a Cheto y luego tomar dirección al Barranco La Virgen, lugar donde se dejaba a mano izquierda el desvío a la fuente Fonciachas para remontar ya hacia Pallebla tras subir y cruzar el mencionado barranco.
También existía otro camino, hoy prácticamente perdido, que desde el Campo Cebollero subía bordeando el Barranco Fabar (recibe este nombre la parte superior del Barranco a Glera, ver aquí) para luego dirigirse hacia Santa Marina y Bagüeste.
A partir de la ladera occidental de Turuezo y hasta el cauce pedregoso del Barranco a Glera, el camino lleva mucho tiempo desaparecido bajo la impronta de las llamadas "pistas de petroleros".
LOS CAMPOS
Los campos que en Pallebla se cultivaban desde el lado de Rodellar eran dos. Ambos en su extremo Sur ya que el Barranco a Glera servía de güega (esto es, de límite) entre Rodellar y Letosa-Otín. De esta manera, y cada uno dentro de su jurisdicción, trabajaban fincas en Pallebla algunas de las casas de Letosa, Bagüeste, Otín, Cheto y Rodellar.
Por ese motivo coinciden en proximidad dos lugares con denominación 'Cebollero' diferente. Cada una se encuentra en un lateral del Barranco a Glera pero pertenecen a dos casas que, aunque homónimas, una es de Otín (o Fenal de Cebollero, ver aquí) y la otra de Rodellar.
Respecto al lugar al que ahora nos referimos dos eran las casas propietarias de las fincas que allí cultivaban: Casa Cebollero de Rodellar y Casa Antón de Cheto.
Cada uno de ellos ocupaba el entorno propicio de los dos collados que a ambos lados guardan la cabecera de la Canal d'Esplucacasa.
Como es de imaginar, el terreno de entonces no se parece ni remotamente al de hoy en día. La vegetación ha recuperado su lugar ya que ni se quema, ni se pastorea, ni se cultiva. Veamos la progresión en tres fotos aéreas:
Campo Cebollero
Era el más extenso de los dos. Rodeaba ampliamente la colina contigua y remontaba algo por a Costera Pallebla, la larga pendiente que más arriba culmina en Picariza.
En la foto inferior se observa además el somero abrigo rocoso de Esplucacasa, que todavía conserva parte del cierre de piedra seca con el que se guardaba el ganado que por aquí se encontraba (ver aquí).
Esta última foto muestra tres lugares particularmente interesantes. Son los siguientes:
Campo Antón
Más modesto pero también con buena situación, la mayor parte del mismo se encuentra invadido por la vegetación, incluso la actual pista parece desaparecer entre los erizones. Puede comprobarse muy bien comparando la foto aérea de 1956 con las posteriores.
EL ÚLTIMO LABRADOR
En sus últimos años solo el Campo Cebollero mantuvo algo de su producción. De él se ocupó el señor Eugenio Fumanal, nacido en Casa Fumanal de Otín. Disponía de dos machos y un burrete pequeño que le ayudaban a bajar la mies a Rodellar, por el mismo Camino Pallebla que hoy recorremos sin aperos de labranza y mucho mejor calzados con el fin de admirar y comprender el maravilloso paisaje que aquellos labradores de antaño tan a menudo veían y tan bien conocían.
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