Lo que ahora contamos complementa muy bien aquella entrada y la correspondiente al Camino o Romaral (ver aquí). Pero, sobre todo, ilustra un saber hacer. Cómo un muro, una pared de piedra seca, se adapta a su circunstancia y mantiene, todavía, un campo gracias a mantener una fuente. Claro está, el muro y quien supo así construirlo.
QUÉ ES A PASATA Y DONDE SE ENCUENTRA
Este nombre corresponde a dos campos, as Pasatas: uno más bien pequeño (a Pasata Francho) y el que nos interesa ahora (a Pasata Blancas). Ambos dieron nombre a la fuente pero, cosa curiosa, el campo de cuyo muro mana no es el correspondiente sino uno de los Salietos d'Albás.
EL AGUA Y EL MURO
A Fuente Pasata se encuentra en la misma base del muro de piedra seca que soporta el Salieto d'Albás, en el lateral oriental del Camino Salieto. Mana de un agujero muy discreto, tanto que cuando no sale agua parece simplemente un resquicio de la pared, como si tan solo faltara una de las piedras.
O SALIETO D'ALBÁS
Mantener en buenas condiciones la salida del agua a través del muro era importante para evitar el derrumbe del talud y proteger así el campo. Tal labor recuerda hacer el señor Joaquín de Casa Albás, convirtiéndose, por así decirlo, en un "cuidador de fuente".
Pero no solo había que prestar esa atención. La vena de agua tiene más envergadura de lo que parece y llegaba a manar en medio del campo, a una pequeña distancia de la salida de la fuente. Para evitar el encharcamiento se veían a veces obligados a construir un sistema de canaletas que desviaban el caudal hacia la margen más cercana.
Todo esto hacía que muro, fuente y manantial fueran mimados/cuidados por Casa Albás. Ya se sabe, el agua siempre encuentra su camino.
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