Recordemos que no son caminos cualesquiera, son los que antaño comunicaban directamente los tres pueblos cuando no había ni pista ni carretera. En su origen la carretera era una pista de grava que fue construida en una primera fase, durante los años 1930-1932, hasta as Almunias. Al inicio de la Guerra Civil (1936) ya llegaba hasta Rodellar. La que lleva a Pedruel tardó muchos años más en construirse.
Vamos a situar todo el recorrido en un mapa y una ortofoto:
Lo describiremos por lo tanto en tres etapas, partiendo de Rodellar.
Etapa 1. DE RODELLAR A AS ALMUNIAS
Esta primera etapa discurre a media ladera, entre el pie de o Cerro Balcez y las ondulaciones que bajan hacia la vega del río Alcanadre. Se le dice o Camino Viejo.
Ya lo hemos seguido con detenimiento en otra entrada de este blog (ver aquí). No vamos a repetirnos ahora, pero para refrescar la memoria vamos a recordarlo en dos ortofotos (a partir del momento en el que se abandona la carretera):
Durante el trayecto veremos Pedruel y la otra vertiente del valle, por la que volveremos, y también el profundo corte por el que surge el río Alcanadre del cañón de Barrasil.
El Vallón d'as Bachellas (bonita sucesión de campos, ver aquí) es la primera parte de un largo barranco que desemboca en el río Alcanadre junto a as Pasaderas de Pedruel, lugar por donde pasaremos durante la segunda etapa. Aunque desde aquí pasa desapercibida por el arbolado hay que mencionar también la importante Cueva as Bachellas (ver aquí y aquí), de amplias dimensiones y situada en la cabecera de este vallecito por el que pasamos.
En el tramo que sigue y hasta cruzar la carretera, tendremos ocasión de ver una buena sucesión de muros de piedra seca que delimitan el camino.
En lo que respecta a Campu i Pera, estos bonitos campos tan visibles desde la carretera reciben el nombre de las tres casas de Rodellar que antaño los trabajaban: Campu i Pera de l'Herrero, d'Albás y d'Oliván. En la mencionada ficha del camino (aquí) aparece la única caseta de estos campos, la perteneciente a Casa Albás.
Casi al acabar esta primera parte del itinerario cruzaremos la torrentera de os Barranquiás (ver aquí), normalmente seca pero que en épocas de lluvias llega a correr el agua gracias a unos biberos que se encuentran aguas arriba. En as Almunias llaman así a las fuentes que solo manan en estos casos. Precisamente al otro lado del pueblo existen otros biberos de mayor envergadura, de tal manera que este nombre genérico ha tomado en este caso categoría de topónimo: os Bibones (ver aquí).
Finalizamos en el lugar de as Almunias conocido como a Punta o Lugar, junto a Casa Fabianer (ver aquí la entrada del callejero antiguo de as Almunias).
Etapa 2. DE AS ALMUNIAS A PEDRUEL
Ahora vamos a cruzar la vega del valle y el terreno se allana considerablemente, de tal manera que observaremos muy bien cómo nos encontramos en una especie de cuenca rodeada de montañas.
Todo este tramo es muy apacible y constituye por sí solo un precioso paseo. Sin embargo, el antiguo camino yace cubierto por la carretera y solo lo recuperaremos en la otra orilla del río.
Al contrario de las otras etapas, en esta los campos ocupan una vega fértil y no las oportunidades que ofrece una orografía complicada.
Empezamos en a Punta o Lugar, así se llama al extremo Oeste de as Almunias (ver aquí).
A escasos metros calle arriba nace el Camino o Molino que antaño conducía a o Molino a Valle (de donde toma el nombre) y también a Santo Tornil (actualmente San Saturnino), el otro pequeño núcleo del valle junto a Cheto.
Volvemos a atravesar la discreta vaguada de os Barranquiás y alcanzamos una pequeña divisoria al otro lado. Estamos en una sencilla loma llamada o Tozaler que se prolonga al Sur hasta una elevación con el sonoro de nombre de o Pial d'Otín.
La carretera avanza directamente y en suave ondulación con amplios cultivos a cada lado. La vista se va extendiendo progresivamente:
A continuación iremos dejando a mano izquierda una extensa serie de campos conocidos como a Paúl, cultivados por diversas casas del calle que les dan su nombre (a Paúl de Tendero, de Cáncer, d'Alpín, de Viñuales,...).
Llegaremos así una ligera divisoria: a Collada Mairal.
Desde aquí hasta el río seguimos por la carretera. Irá apareciendo a mano izquierda el campo conocido como a Biña Ceresa, pero también se unirán a nuestro paso dos invitados casi imperceptibles:
El Barranco Bimbre llega por la vaguada de la derecha y tras cruzar el asfalto sigue por la cuneta izquierda confundiéndose con ella. Se trata del final de una larga torrentera (ver su ficha aquí) cuya primera parte la hemos cruzado precisamente durante la primera etapa: el Vallón d'as Bachellas. Las obras de la carretera y su poca entidad como barranco vuelven prácticamente invisible su desembocadura junto a as Pasaderas de Pedruel.
Y casi a la par cruza también la carretera la que fue a Zequia a Huerta, el importante canal de riego (cuyo inicio podremos observar durante la tercera etapa) que suministraba agua a los campos de a Huerta de Rodellar y movía o Torno y o Molino a Valle. Mucho se podría contar de estos dos edificios, hoy arruinados. Del primero de ellos obtenían aceite las poblaciones de Pedruel, as Almunias y Santo Tornil (Rodellar tenía el suyo propio). Del segundo se sacaba harina y posteriormente la primera electricidad que iluminó las casas del Valle de Rodellar.
Los últimos metros antes del río Alcanadre atraviesan a Huerta de Rodellar por los campos conocidos como Huertos d'as Pasaderas (ver aquí).
El cruce del río Alcanadre nos muestra el antes y el después. Aguas abajo se encuentran las antiguas Pasaderas de Pedruel (ver aquí), hilera de piedras que pueden encontrarse medio ocultas según la grava arrastrada por las riadas. Aguas arriba, a escasos metros, aparece la modesta pasarela cementada que desde hace unos años asegura el paso mejor que el antiguo vado de la pista.
Nada más pasar el río seguimos de frente por el antiguo camino que, en estos primeros metros, coincide con el cauce habitualmente seco de una torrentera. Precisamente, cuando gira a mano derecha veremos a la izquierda el origen de la misma: o Solencio Pedruel.
O Solencio Pedruel es una surgencia temporal, solo mana en caso de muy fuertes precipitaciones (ver aquí). No es la única en a Balle de Rodellar pero comparte el curioso nombre de "solencio" con otras tres fuentes de idénticas características y que se encuentran al pié de la Sierra de Guara: los solencios de Bastaras, Santa Cilia y Morrano.
Avanzamos por la senda cuyo pared de piedra seca nos separa del contiguo Campo o Solencio (de nombre evidente). En seguida llegamos a un cruce que tomaremos a la izquierda.
Estamos a punto de llegar a la población de Pedruel entre carrascas y muros de piedra seca. Entre la foto de arriba y la de abajo podemos observar como el mismo camino subsiste en parte como antaño y en parte con el extraño cemento actual.
Etapa 3. DE PEDRUEL A RODELLAR
Esta última etapa es la más variada de las tres. Bordearemos sin apenas desnivel la margen derecha del río Alcanadre hasta un magnífico puente medieval en la salida de uno de los cañones del valle: Barrasil. Luego remontaremos decididamente hasta Rodellar, entre más campos y carrascas, por el llamado Camino Bajo en el que encontraremos de nuevo preciosas paredes de piedra seca.
Una primera parte nos llevará hasta el justamente conocido Puente Pedruel:
Salimos de Pedruel por la carretera, dejando a nuestra derecha unos campos con el curioso nombre de Patrobaxo de Cosme. En la curva la abandonamos para seguir junto a un muro de piedra seca y conectar en seguida con una pista.
Muy poco después, en la curva, tomamos a mano derecha una senda muy evidente que nos lleva bordeando el río por una simpática cornisa.
La evidente individualidad de cada uno de ellos y su propio nombre, as Suertes, muestran muy bien el origen de este topónimo ligado a un sorteo que determinaba los propietarios de cada uno de los mismos. Esta organización parcelaria es común en otros lugares (ver aquí una buena explicación de este sistema en el Valle del Jiloca).
No tarda la senda en desembocar en una extensa explanada de campos, conocida en general como as Planas. El primero en encontrarnos, el más modesto, es el llamado Faja de Fuen de l'Era (nombre tomado de un manantial cercano y próximo al río)
Avanzamos teniendo a nuestra izquierda as Planas d'Oliván y río a la derecha, el cual va erosionando este campo según la importancia de las crecidas:
Tras bordear el siguiente, a Biña o Puente, y justo en la curva, se encuentra al otro lado del río una amplia superficie rocosa: a Lastra i Périz:
Antaño esta lastra rocosa era utilizada como soporte idóneo para una pequeña represa, l'Azud, que desviaba parte del caudal hacia la llamada a Zequia a Huerta, la cual irrigaba la larga y rica Huerta de Rodellar algunos de cuyos campos ya hemos visto anteriormente). Ver todo ello aquí.
Seguimos próximos al río cuyo escarpe, conocido como os Terreros d'o Puente, repite los esquemas que hemos visto hace poco.
En seguida alcanzamos el estupendo Puente Pedruel (ver aquí).
A partir de aquí subimos unos minutos por la carretera hasta encontrar a mano izquierda el arranque inconfundible del antiguo Camino Bajo, el que antaño unía las dos poblaciones que esta etapa nos ocupa:
Sube cómodamente trazando varias vueltas:
Cuando corona lo alto entramos en Cuangas. Esta primera parte, arbolada y montaraz, que se extiende en dirección al río, se la conoce como o Plano Cuangas aludiendo a la escasa pendiente de la meseta.
Escondidas a la izquierda del camino veremos, si traspasamos la hilera de vegetación, una serie de piedras sueltas en el suelo: as Saleras d'o Plano Cuangas (ver aquí).
Hay otras saleras semejantes a esta en diferentes lugares del valle, pero es muy fácil pasarlas por alto. O están fuera del paso habitual o no se cae en la cuenta de que esas piedras, aparentemente normales, estaban allí con un fin preciso. Ambas son razones poderosas hoy en día...
Atravesamos una pista y seguimos de frente por el camino. Avanzamos dejando a mano derecha y, sobre todo, a mano izquierda los Campos de Cuangas.
Como sucede en otros conjuntos de campos, los de Cuangas tomaban el nombre de la casa propietaria. Además de los mencionados en la foto también se encuentran el de Arilla y, a la derecha del camino, el de Cebollero.
Hay un última finca, bastante amplia, en el extremo occidental. Recibe un nombre diferente: o Cuatrón de Bellanuga, propiedad de una importante pardina aislada en los altiplanos que se extienden entre Otín y Nasarre, tan lejos de aquí. Precisamente en este lugar se encontraba una carrasca de muy buen porte y conocida como a Carrasca Bellanuga. Un fuerte viento la derribó a principios de la década de 1990 (ver aquí).
El camino muere, provisionalmente, en la pista anterior. La seguimos y cruzamos en seguida un muy disimulado barranco: hacia arriba lleva el nombre de Barranculiana (que ya hemos cruzado durante la 1ª etapa), hacia abajo cambia su denominación por la de este lugar: Barranco Cuangas.
En seguida llegamos a una especie de confluencia de pista y camino:
A partir de aquí seguiremos sin pérdida por el camino hasta el mismo Rodellar. A lo largo de este tramo tendremos una buena muestra de cómo eran antaño estas vías de comunicación, bien protegidas por paredes de piedra seca.
Desgraciadamente, el tiempo y la despoblación van minando implacablemente estas hermosas e inteligentes construcciones, lo podremos comprobar.
Conforme nos acercamos a la población y pasamos por debajo de la zona urbanizada, el camino se va estropeando poco a poco.
Llegaremos finalmente a la carretera, justo a la entrada de Rodellar y precisamente donde antaño confluía con o Camino Viejo, el que hemos tomado anteriormente al comenzar la etapa 1. Precisamente aquí, y no por casualidad, existía una cruz de caminos: a Cruz de San José (ver aquí).
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