Gracias a los documentos contenidos en el archivo familiar de la Casa Ducal de Hijar-Aranda sabemos cuales eran las poblaciones pertenecientes a la Baronía de Rodellar en el siglo XVII. Hay que tener en cuenta que no todas las poblaciones que se han incluido en el llamado "modernamente" Valle de Rodellar pertenecieron a la mencionada Baronía, como es el caso de Otín y Letosa (que pertenecían a la llamada Baronía de Letosa). Las propiedades de la nobleza se saltaban las posibles unidades geográficas y no hay que olvidar que la organización municipal se inició en 1812.
El documento en cuestión trata del cabreo realizado en 1687 sobre las rentas que correspondían a Don Bernardo Abarca de Bolea, octavo Conde de Aranda. Un cabreo, tal y como aquí se entiende, no tiene nada que ver con las cabras ni con enfado de ningún tipo, sino que se refiere al documento en el que se hacía constar el reconocimiento de los derechos del señor directo, es decir, las rentas que recibía como tal señor de lo que producían/poseían sus súbditos (luego veremos alguna de ellas).
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(Fuente: Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, archivo de la Casa Ducal de Híjar-Aranda) |
Y a tal efecto se nombran los lugares de la baronía, es decir, sus poblaciones:
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(Fuente: Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, archivo de la Casa Ducal de Híjar-Aranda) |
En el listado comprobamos que efectivamente no se encuentran ni Otín ni Letosa. Además observamos que entre los trece mencionados hay una distinción, siete son considerados como de mayor entidad y los seis últimos son denominados pardinas. Hay que tener en cuenta que la denominación 'pardina' ha pasado por diferentes consideraciones a lo largo del tiempo (ver al respecto: A. Ubieto Arteta, Las Pardinas, 1987; consultable aquí).Entre esas seis 'pardinas' ya hemos comentado algo respecto a Cheto en otra entrada (ver aquí), pero hay cuatro de ellas también "misteriosas" y que llaman la atención: S. Juan, Naya, Los linages y las ferreras. De los dos primeros podemos seguir su pista, situémoslos:
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Esta parte central del Valle de Rodellar, entorno a la vega del río Alcanadre, es la que recibe más propiamente su nombre. En naranja se sitúan los núcleos de población actuales, que también figuran en el cabreo de 1687. En rojo dos de los lugares misteriosos: Naya y San Juan. (Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0) |
San Juan
En la toponimia que hemos recogido San Juan es una alargada loma que se extiende por lo alto de la margen izquierda del cañón del río Alcanadre, la hemos situado en la foto aérea anterior. Sin embargo la tradición oral sí recoge la existencia de un antiguo pueblo hace mucho tiempo desaparecido y que se encontraba en la zona cimera del llamado Tozal d'o Bichar. 'O Bichar' es el nombre genérico de todo ese lugar y además del mencionado tozal da nombre también a los corrales que se encuentran en su base y a los campos contiguos a los mismos.
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El círculo rojo señala por donde se extiende San Juan. El óvalo naranja 1 sitúa el Tozal d'o Bichar, el 2 los Corrales d'o Bichar y la doble flecha naranja los Campos d'o Bichar. La flecha rosa sitúa la ermita de San Martín, antiguo lugar de romería, en la base de la imponente Peña San Martín (ver aquí). (Fuente ortofoto: aplicación Mapas de Apple, versión 3.0) |
Parece claro que la 'pardina San Juan', referenciada en el documento de 1687, ha pervivido hasta nuestros días en el contiguo topónimo de o Bichar con el que parece identificarse.
Y es así que en el mencionado tozal se encuentran acumulaciones de piedras y restos cerámicos que parecen confirmar todo lo dicho. Adolfo Castán dio cuenta de todo ello en su publicación de 1988 (ver página 'Documentación').
Este nombre de Bichar parece hacer referencia a la existencia de un antiguo asentamiento. En tal caso 'Bichar' derivaría de 'Villar'. Tal y como indica el Diccionario de la Lengua Española (ver aquí) Villar significa pueblo pequeño y viene del latín medieval villaris, el cual deriva del latín villa que significa 'casa de campo'. Todo parece concordar.
Naya
Este lugar lo hemos mencionado ya con anterioridad, tanto por su abundancia de corrales (ver aquí) como por el interés que suscita la Peña o Castillo llamada también Castillo Naya (ver aquí). No es este el momento de entrar en lo referente a esta fortificación que arranca desde la época medieval, pero esta antigua existencia y el enclave ganadero mencionado denotan lo estratégico de este sitio, además de ser lugar por el que cruza el que se va a convertir, poco más al sur, en el Camino a Peonera, via meridional principal de comunicación del Valle de Rodellar (ver aquí). No es nada extraño que figure en el cabreo que nos ocupa. Citaremos como referencia, aunque alejada de la fecha de 1687 que nos ocupa, lo que indica Agustín Ubieto en su libro "Historia de Aragón. Los pueblos y los despoblados":
Menos suerte, parece, tenemos con otras dos de las pardinas mencionadas:
Los Linages y Las Ferreras
Con estas denominaciones no hemos recogido ningún topónimo en la zona concerniente al Valle de Rodellar ni (al menos) en buena parte de lo que se consideraba su distrito. Tampoco aparecen tal cual en las publicaciones de autores de referencia: A. Duran Gudiol (Geografía medieval de los obispados de Jaca y Huesca), A. Ubieto Arteta (Toponimia aragonesa medieval) (Historia de Aragón, los pueblos y los despoblados), entre otros. Pero mucho queda por rastrear en los archivos...
... y una tal Fuente de Mascún
Ya hemos señalado al principio como Bernardo Abarca de Bolea, Conde de Aranda y Marqués de Torres, hacía constar en 1687 las diversas rentas que le debían quienes habitaban las tierras de su propiedad. Habituales todas ellas, pero bien graciosa una en particular:
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(Fuente: Archivo Histórico Provincial de Zaragoza, archivo de la Casa Ducal de Híjar-Aranda) |
Ciertamente a Fuente Mascún tiene misterios y mucha historia también...
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