En Rodellar hay/había tres cruces: a Cruz, a Cruz d'as Graderas y a Cruz de San José. Como en tantos otros lugares se encuentran/encontraban en el entorno de sus salidas/entradas. Ya sabemos lo importante de los símbolos de protección.
A CRUZ
Nos recibe en la misma entrada del pueblo, frente a Casa Ramón (actual Casa Christian) y Casa Tendero. Junto a ella parte el Camino Cheto, bordeando casas y eras.
No ha tenido otro nombre, simplemente a Cruz, la cruz del lugar.
A la derecha se distingue bien a Cruz.
En esta imagen se ve muy bien a Cruz con su fuste (la columna) y pedestal. Es la que mejor suerte ha tenido con el paso del tiempo.
A CRUZ D'AS GRADERAS
Se encuentra en la salida principal hacia el norte, en dirección a la montaña, en el Camino d'as Graderas, un poco separada del pueblo.
Era un punto de parada en la antigua romería a la Virgen del Castillo (ver aquí).
A Cruz d'as Graderas cuando estaba entera incluso con su cruz (adornada con una ramita seca de boj). Vista hacia el sur, con Rodellar al fondo.
A Cruz d'as Graderas ya sin su cruz. Vista hacia el norte con el Tozal de Nasarre en sombra y el Tozal d'as Gleras a la derecha.
A CRUZ DE SAN JOSÉ
Es la más desconocida de las tres, solo aparece mencionada en el "libro oficial del valle" (ver aquí y en la página de "Documentación").
Se encontraba en la salida principal hacia el sur, más o menos donde se dividían el camino a Pedruel y el camino hacia as Almunias. El primero de ellos todavía puede seguirse, aún resiste más o menos a las pistas y a la urbanización hotelera de la entrada. El segundo desapareció en todo este tramo cuando se abrió la pista (actual carretera).
Respecto a la Cruz de San José, cruz y piedras fueron derribadas hace años por un camión y en seguida desaparecieron...
Junto al edificio en sombra a la izquierda de la carretera, se levantaba a Cruz de San José. Las obras del bar contiguo acabaron con ella, sin ningún miramiento.
UNA REFLEXIÓN
No es la primera vez que hablamos de cruces en este blog. A menudo lo hemos hecho para lamentarnos (ver aquí), y así va a ser también esta vez. Por ahora no parece que haya otra forma, difícil evitarlo cuando se trata de cruces, al menos en Rodellar.
Solo se citan los parabienes cuando se menciona la revitalización de los lugares, pero existe una degradación soterrada que, poco a poco y detalle a detalle, va eliminando la identidad de los sitios. Desaparecen las señas propias a medida que van llegando las mismas olas que visten otros lugares con la misma uniformidad y falta de interés. Afortunadamente también llega otro oleaje que sí es capaz de apreciar las cosas pero, basta con tan poco para que se disuelva el pasado... Hay que hacer un esfuerzo por mantener y divulgar lo que (nos) identifica.
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