martes, 12 de junio de 2018

CUANDO LLUEVE

Bien distintas son las crecidas debidas a tormentas de las producidas por períodos prolongados de lluvia.
Las primeras son tumultuosas e invaden el cauce con un agua muy turbia, frecuentemente embarrada con un característico color chocolate. Es relativamente fácil de observar en los ríos Mascún y Alcanadre tras las tormentas veraniegas. Veamos un ejemplo:

Estrechos de Tamara
El pasillo final de este desfiladero termina el último de los grandes cañones del río Alcanadre. Es un lugar apacible y de bonita estética.


Rocas pulidas y restos de marmitas recortadas por la erosión.


El mismo lugar con caudal en estiaje de verano (izquierda) y en crecida por tormenta (derecha).
(Gracias a Agustín Abarca por la impresionante fotografía que tomó durante la década de 1990)

Estas avenidas de agua son causas de estragos y desgracias.
Por el contrario, las temporadas lluviosas son más proclives en parabienes. En esta entrada vamos a ilustrar lo que queremos decir.

Sequera pertinaz...
En ocasiones anteriores (ver aquí y aquí) nos hemos hecho eco del grado de sequedad en que vivimos. El déficit hídrico que desde hace años se acumula redibuja el paisaje (y a su tiempo redibujará la sociedad).
Sin embargo, esta primavera nos ha traído una tregua. Probablemente sea algo transitorio, pero nos maravilla la capacidad de reacción de la naturaleza (y que a la postre, dicho sea de paso, salvará al planeta sin contar necesariamente con nosotros).
Llevamos muchos días de lluvia. Lluvia regularmente repetida, que se añade progresivamente, caudal sobre caudal. Se han recuperado muchas fuentes y vuelven a salir muchos de los manantiales que solo se muestran en estos casos. Por supuesto, los barrancos bajan esplendorosos y la vegetación retoma por fin el color que le corresponde en esta estación.

EL AGUA EN AS GORGAS DE JUAN
En el Barranco Mascún hay dos lugares donde se comprueba bien la influencia del estiaje. Uno es el Estrecho de Fuen de l'Onso, pero el más espectacular corresponde a las conocidas "Cascadas de Peña Guara" (en realidad llamadas desde antiguo as Gorgas de Juan).


Izquierda: 20 de agosto de 1993, estiaje de verano.
Centro: 25 de febrero de 1996, lluvias de invierno.
Derecha: 3 de junio de 2018, primavera muy lluviosa.

Son tres imágenes completamente habituales. Nos faltaría otra ilustrando un caudal desbocado por la tormenta (en este caso el agua perdería toda la transparencia).


Izquierda: 23 de abril de 2014
Derecha: 3 de junio de 2018

Estas dos, en cambio, reflejan primaveras diferentes. La del 2014 muestra la estampa típica del Barranco Mascún en su momento más vivo, con el calcáreo predominante y bien gris, la vegetación recuperando el verde y el agua vistiendo de frescura y sonoridad. La del 2018 lo muestra sobredimensionado, el río crecido y poderoso, los regueros de agua y la vegetación frondosa parecen esconder la piedra caliza.
Vale la pena comprobar lo diferente de este barranco cuando se encuentra sin agua corriente, tan solo con pozas residuales. Es una sensación de quietud, de estado latente y silencioso. La angostura está dormida y se muestra amable, con la tranquilidad de quien se pasea por casa.

MANANTIALES
No es ningún misterio que al Barranco Mascún y sus afluentes se nutren ya sea directamente de las lluvias o, más indirectamente, a través de manantiales. Muchos manantiales. Pero, y esto sí guarda su propio misterio, no manan siempre. 'Llover' y 'llover abundantemente' muestran unos y otros, según proceda.
Vamos a ver 4 ejemplos de norte a sur, empezando en el Saltadero as Lañas y acabando en el Barranco d'Otín. Dos son bien conocidos, los otros en absoluto.

El Barranco Mascún está construido siguiendo una arquitectura esquelética: una columna vertebral (el propio barranco) con su costillar (gran número de fracturas que cortan el eje transversalmente a lo largo de todo su recorrido). Es por ello la existencia de tantas agujas y cresteríos paralelos.


En foto aérea se observa perfectamente la estructura.
Los puntos rojos sitúan los cuatro ejemplos.
(Fuente: aplicación Maps de iPad)

En el Saltadero as Lañas
En el mismo inicio del cañón y al amparo de la primera fractura que lo corta con claridad, dos fuentes vertían estos días pasados, cada una en su lado. Desigualmente, eso sí.


3 de junio de 2018. No hay resquicio del saltadero que se libre de la cascada.
El punto rojo señala la fuente abundante, el punto naranja la fuente discreta.


Izquierda y centro: la fuente abundante. Derecha: llegada al cauce de la fuente débil.

Saltadero Raisén
Este gran resalte del Barranco Raisén (la primera gran fractura de esta vertiente convertida en barranco) se beneficia a menudo de la existencia de la Fuente Raisén, situada en la chopera que inicia su tramo encañonado. Aunque permanente, en estiaje mengua notoriamente. Ya hemos tratado este lugar en otra entrada anterior (ver aquí).


El 3 de junio de 2018 estaba en plena forma.

En o Turno
Se llama de esta manera al tramo del Barranco Mascún comprendido entre la desembocadura del Barranco Betiqueral y os Bozos (ver aquí).
Por su margen derecha, tras acabar una zona de cauce a modo de calzada rocosa y justo después de un marcado espolón, una simple canal-pendiente recoge a veces una surgencia:


La gran riada del 20 de abril de 2008 incluyó el manantial.

Saltadero o Palomar
El Barranco d'Otín se canaliza por otra importante fractura y se descuelga nada más toparse con los acantildos de Mascún por una alta "cascada": el Saltadero o Palomar, ya admirado por Briet y publicado por primera vez por él en 1910 (ver página Documentación).
Frecuentemente seco, esta fractura recoge el agua de buena parte de las planicies de Otín para también tragársela... y ¿devolverla? en unos manantiales temporales muy vistosos que se encuentran justo en su base, al caer en el cauce del Barranco Mascún (ya los hemos tratado en otra entrada, ver aquí). Uno de tantos misterios todavía sin resolver.


El Saltadero o Palomar en activo el pasado 3 de junio de 2018.

REVERDECER
Y, claro está, la vida vuelve a manifestarse floreciente.
Aunque estas dos fotografías hablen casi por si solas, es difícil mostrar en su justa medida su gran diferencia. Sería comparable a decir que la de arriba está callada y la de abajo sonora.
El grado de sequedad alcanzado en 2016 fue tan impresionante que la comparación con esta primavera tan lluviosa...


25 de septiembre de 2016
3 de junio de 2018

Incluso basta con un simple paseo hasta la Fuente de Rodellar, ahora convertida en jungla:

Contento caracol

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