Difícil lo tendrían ahora los habitantes de Morrano para bajar de romería como antaño a la Ermita San Martín. La única dificultad que en aquel entonces encontraban consistía en un escalón rocoso que solventaban gracias a un buen muro de piedras y una escalera, por ello se denominaba a este paso o Gradón d'a Escalera (ver su ficha del Atlas de Toponimia aquí).
Sin embargo, desde hace no mucho tiempo ese viejo itinerario sufre un nuevo contratiempo. Se trata de un desprendimiento, y no de los pequeños.
Veámoslo más de cerca:
Ciertamente no es una gran franja de roca la que se ha desplomado, pero es más que suficiente para modificar notoriamente el paisaje.
Los viejos romeros tendrían que volver a acondicionar, en medio del caos de rocas inestables, el estropicio causado a la senda. Pero bueno, hace mucho más tiempo que senda y romeros han dejado de existir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario