Viejo sol
Nuevo sol
Surge desde el interior de estas montañas
Ya hemos comentado anteriormente los misterios de la antigua recolección de miel silvestre en los acantilados de los barrancos (ver aquí). También nos hemos interesado por los viejos arnales y sus curiosas arnas, es decir, las colmenas tal y como antaño se construían y guardaban (ver aquí).
En esta ocasión damos un salto en el tiempo y nos vamos a hacer eco de quienes, a día de hoy, vuelven a recoger el preciado trabajo de las abejas.
Lo primero, te doy los informantes gracias a los cuales pudimos averiguar dónde estaba exactamente la carrasca donde se mató Dolores, y algunas cuestiones más. En la foto que me mandaste te marco donde está exactamente (creo, dentro de lo que se puede apreciar en la distancia), pues entre "o puntal de as Arruabas" y "o puntal de os Craberos", que es el más alto, aunque no lo parece hay hasta tres o cuatro rallas de pared que eran susceptibles de poder ser el sitio exacto. Este otoño ya fuimos un día, pero nos cebamos en la parte baja del puntal, desde los corrales para uno y otro lado de la pared, intentando guiarnos por la idea de que estaba cerca del camino... pero el camino te puedes imaginar como está.
Gracias a ellos, y a que recordaban el accidente y a la propia Dolores, pues aunque eran muy niños (dos de los tres), en aquella época se conocían todos los de esas aldeas, y porque quedaron muy impresionados del suceso, entonces y en años posteriores cuando aún se nombraba el desgraciado accidente.
- Abel Giral Palacio, de casa Grasa de Santa María de la Nuez, nacido en 1937. Este día fui con Abel Giral Arcas, hijo de este informante y amigo mío.
- Ramiro Olivera Paco, de casa Vallés de Sarsa de Surta, nacido en 1929. Su padre, Agapito, que fue alcalde de Sarsa durante 20 años de manera alternada, fue también, junto al secretario del ayuntamiento de Sarsa entonces, Ángel Arasanz, de casa Rufas de Paúles, los testigos de la autopsia que se hizo en el cementerio por parte del médico de Arcusa.
- Jesús Paco Lacambra, de casa Lacruz de Sarsa de Surta, nacido en 1926.
Nosotros entramos desde el prado Moch, que está en lo alto del cerro la sierra, que en seguida se junta con el antiguo camino (ahora bastante desdibujado) que desde cerca de un tozal llamado "Santa Bárbara" iba a bajar por "a Canal de a Güega", o "a Canal de as Arruabas" (los de Sarsa y Santa María la llamaban así, de as Arruabas), al fondo de Balcez, y de allí cruzaba por Fajacheto a Santo Tornil y Morrano.
(Como curiosidad decir que el padre de la fallecida, Dolores, llamado Nicolás Vallés, iba por este camino una vez al año hasta la Catedral de Huesca, de donde se subía los Santos Óleos que se usaban en las celebraciones religiosas (extremaunción, bautizos...). Eran 12 horas de ida y12 de vuelta de Sarsa de Surta a Huesca y vuelta... lo que hacía de tirón)
La muerte se produjo porque Dolores (entonces de 20 años) había ido con su hermano Urbano a dar vuelta por los cerdos, que las casas de esos lugares despachaban a Balcez de noviembre a febrero para que comieran y se engordaran libremente por allí. Aprovecharon también para recoger unas bellotas de la "carrasca castañera", pues las daba "grandes, redondas y dulces", al decir de los informantes. Nosotros cuando fuimos nos asomamos al punto por donde pudo precipitarse al estar por la parte de arriba de la carrasca. Hay unos 7 u 8 metros de caída, y el acceso a la carrasca es muy malo, porque el terreno es inclinado. Pensamos que pudo intentar acercarse alguna rama de las superiores con su palo, o más bien atochar dichas ramas para provocar la caída de las bellotas a la parte de abajo, donde las recogerían después, o ya estaría su hermano para ello.
El hermano, Urbano, dejó a su hermana parece que con un hilo de vida aún y fue corriendo a dar aviso. Subieron del pueblo, la juventud más rápida, y llegaron de noche, de manera que tuvieron que pasar la noche allí. Dos informantes dicen que aún habló cuando llegaron, y otro que no, pero pasaron la noche junto al cadáver para bajarla al día siguiente como pudieron hasta Sarsa. Hicieron fuego por la noche porque han oido decir que hacía mucho frío, hablamos de un 30 de enero de 1935.
Aún con lo que haya podido crecer la carrasca en estos 85 años, no es fácil llegar a la corona de ésta, pero presumiblemente las bellotas más maduras estarían allí, en la parte más soleada del árbol. El resto está pegado en una pared, y orientada hacia el Sur más bien, pero en terreno muy vestido actualmente.
La cruz que el padre de Dolores grabó en la carrasca, junto al mojón de piedras que hicieron junto al camino antes descrito y que pasa exactamente pegado a la carrasca, estaban muy deteriorados. El camino, nada más pasar la carrasca en sentido descendente a Balcez, giraba hacia la zona central de la canal, para ir luego a buscar la parte baja del Puntal de as Arruabas, donde estaba el Corral de as Arruabas (al menos hay dos o tres pequeños cerrados de piedra allí). Sin embargo, también aquí salía otro camino secundario que iba recto en dirección a una collada con una pequeña balsa natural que se llamaba "o Mallo as Arruabas", justo sobre la cima del "Puntal de as Arruabas".
El mojón estaba esturruñado por el suelo, seguramente por las muchas cabras que por allí hay, y que incluso se habrán apoyado sobre él para llegar a las bellotas de las ramas bajas. En ese mojón, la gente cuando pasaba siempre ponía una piedra, y muchas veces un pequeño fajo de buchos en la parte de arriba sujetos con una piedra.
La cruz, en su tramo vertical se conservaba más o menos bien, algo desfigurado con el crecer de los años, pero con una altura de unos 20 o 25 cm y una profundidad de unos 4 dedos. Al fondo, se veían perfectamente los picos de la estraleta como si ayer mismo hubiera sido picada... y no es que la hubieran escalmado porque no se ve el tano (nudo) de ningún camal. Estaba claro que era lo que quedaba de la cruz... además de cuadrar todo lo demás respecto a los datos que nos dieron. Abel Giral, uno de los informantes, nos iba "guiando" (desde un cerro desde el que nos veía) por donde iba el camino antiguamente para ir sobre seguro (con prismáticos y emisora).
La parte horizontal estaba más cerrada, incluso con corteza nueva, pero se veía el contorno de toda la cruz en otro color de corteza, y además, pasando las manos por el tramo vertical, se podía todavía pasar los dedos por la parte horizontal, que internamente aún estaban abiertos.
A mi me impresionó la soledad actual del sitio, y el recuerdo de un padre que con resignada impotencia marca la carrasca como una última despedida. No con odio, pero si con rabia contenida ante unos tiempos y sociedades que en esa zona hacían de la pérdida de alguno o varios hijos en cada generación algo casi asumido. Es como si el ser humano fuera una especia animal más en un entono natural duro y hostil que se cobra su tributo año tras año de una u otra manera. Ese entorno ha hecho que con el paso de los años, la propia carrasca estuviera cerrando esa herida que también a ella le infligieron.
Nosotros volvimos a remarcar la cruz, pero no tocamos el interior ni lo que se veía más, como los picos mencionados, para que quedara ese testigo de la original. Pero la impresión del sitio me hizo dejar de manera instintiva una estampita de San Urbez dentro de la cruz, además de rehacer el mojón y volver a poner un bucho, que ahora nos cierran el paso en cada tramo del antiguo camino.
Y así volvimos a subir por la canal, de manera penosa, pues el trazado original del antiguo camino, acertado en su discurrir, se va olvidando y perdiendo cada día más, de manera que a tramos se puede estar seguro de ir por él, como cuando pasamos por una carbonera muy evidente, y otras veces no se sabe donde lo hemos perdido... para volver a reencontrarlo poco más adelante.
Y esto te puedo contar. Si necesitas alguna cosa más que te pueda decir me dices... Y si me haces el favor, si te apetece poner algo en tu blog, de avisarme, para compartirlo con los hijos de alguno de los informantes... aunque seguro que lo veo porque me meto muy de vez en cuando para ver si has puesto alguna de tus fantásticas historias que recoges por la zona de Rodellar.
Un saludo y nos vemos. Óscar Ballarín