domingo, 31 de diciembre de 2023

AS PORTELLADAS. Su lugar, su camino y su pasado

As Portelladas son dos escotaduras en la línea de cresta que une la Peña La Virgen con las Puntas de Cagatés (ver ambas aquí):

Los dos recuadros rojos señalan as Portelladas: el de la izquierda es a Portellada Alta, el de la derecha a Portellada Baja.

Aunque poco visitadas, y menos nombradas, tienen un pasado interesante, además de considerables vistas y rincones curiosos. Vamos a ver algo de todo ello.


Situación de as Portelladas en relación a algunos de sus lugares próximos.
Punto rosa: puntas de os Cagatés. Doble flecha roja intermitente: antiguo camino (ver más adelante).

PRECISANDO A PORTELLADA BAJA
En otras entradas y en diversas fichas del Atlas de Toponimia, hemos señalado la ubicación de a Portellada Baja de una manera "general". Pero hay que explicar el lugar en detalle:

1: Brecha-canal. 2: inicio cornisa. Flecha roja: antiguo camino.

Efectivamente, la brecha ("portellada") más clara es la señalada con el número 1, pero el camino pasa por el punto débil y más propicio indicado con el número 2. Todo el lugar debe considerarse como a Portellada Baja.

EL CAMINO
El antiguo camino de Otín a Rodellar, una vez bajada a Costera y llegado al cauce del Barranco Mascún, se veía obligado a seguir por este aguas abajo. Ningún problema en estiaje o con caudal débil. Sin embargo, otra cosa era cuando el río Mascún se mostraba como tal y dificultaba el paso. Entonces, la opción más utilizada era evitar ese camino y emplear el que pasa por Losa Mora, Seral y Lobartas para cruzar el Mascún por su único puente: o Puente Coda/Puente as Crabas.
No obstante, había una alternativa. Una senda unía el río con a Portellada Baja.

Línea rosa: camino para ir de Otín a Rodellar cuando Mascún bajaba con agua abundante. Línea roja: trazado aproximado del camino que subía hacia a Portellada Baja.
(Fuente mapa: IGN, serie MTN25, hoja 249-I Rodellar, 3ª edición, 2014)

Se trata de uno de tantos caminos caídos en el más completo olvido. Pero todavía se ve partir su traza desde el "umbral" de a Portellada Baja:

En su mismo inicio/llegada a la cresta pasa por una corta cornisa y se distingue con claridad.
Durante un centenar de metros se sigue la traza antes de entrar en la ladera que lleva al río.

Poco fácil saber qué hacía después, para dirigirse hacia Rodellar. ¿Alcanzaba el Camino Pallebla a la altura de o Mallatar (ver aquí)?, un poco lejos... ¿Se dirigía hacia la ermita de la Virgen del Castillo?, el terreno es bastante rocoso y pendiente... ¿Entonces?

MUCHO ANTES
Hay un posible misterio en esta zona de as Portelladas.
Antonio Durán Gudiol recoge y documenta el topónimo medieval 'Portellyas' como uno de los despoblados del valle y perteneciente al arcedianato de Serrablo. Y ciertamente desaparecido hace mucho, pues la mención de su iglesia anexa tan solo figura durante el siglo XV.


El mapita adjunto al texto sitúa Portellas (grafía moderna de Portyellas) al NE de Rodellar, precisamente en la margen izquierda del Barranco Mascún.
(Fuente: A. Duran. Geografía medieval de los Obispados de Jaca y Huesca. Revista Argensola nº 45-46. 1961. IEA. Huesca) (consultable aquí)

Agustín Ubieto Arteta, que retoma el término 'Portyellas' en su libro de 1972 "Toponimia Aragonesa Medieval", cita la fecha de 1152 para este lugar.
Por su parte Ángel Canellas (en "Colección diplomática de San Andrés de Fanlo 958-1270", Zaragoza, 1963) cita 'Portiella' pero parece alejado del sitio que nos ocupa.
Y algo aventurada nos parece la propuesta de Adolfo Castán ("Arquitectura militar y religiosa del Sobrarbe y Serrablo meridional, siglos XI-XIII", IEA, 1988) de situarla en la Loma San Chil (ver aquí), un tanto alejado, geográfica y morfológicamente, de ambas Portellas (ver foto más arriba).
En cualquier caso, el simple paseo por la zona no delata ningún resto y el terreno está muy lapiazado. Verdad es que no se ha efectuado a día de hoy ninguna búsqueda al respecto en esa zona. Queda pendiente el misterio.

Y MIENTRAS TANTO
Y mientras tanto, las cabras. Siempre encontraremos sus excrementos en abrigos y cornisas, por más expuestos o de difícil acceso que sean. Podría decirse que son el único testimonio fiable y perdurable de un tiempo ya ido. Volveremos a encontrarlas en un bonito covacho cercano a la Portellada Alta:


El recuadro rojo señala el covacho.

Parece inaccesible, pero una brecha providencial resuelve fácilmente el problema:


Una sencilla, pero aérea, cornisa sirve al alargado abrigo:


Una pequeña cavidad sirvió de cobijo principal a las cabras. Bonitos rastros de escorrentías de agua, alguna gruesa estalagmita en el fondo, ningún vestigio de antiguas pinturas...



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