sábado, 14 de enero de 2023

A CUEVA RUBIACHA ANTAÑO

A Cueva Rubiacha (ver aquí) es una gran bóveda compuesta por diferentes abrigos, situada en el acantilado de la margen izquierda del cañón de Barrasil, aguas abajo de a Caxigareta (ver aquí) y en la prolongación de la Peña Rubiacha (ver aquí) la cual le da nombre:

A Cueva Rubiacha (recuadro rojo) vista desde lo alto de la margen derecha de Barrasil.

Desde Coda, en el extremo meridional de Lobartas (ver aquí), una antiguo itinerario alcanzaba el fondo del cañón gracias a una serie de cornisas algo expuestas y conocidas como Latreros d'a Rubiacha (ver aquí).
Nos ocuparemos en esta entrada de uno de los múltiples abrigos de la cueva, uno situado cerca de su extremo aguas arriba:

La flecha rosa señala el abrigo en cuestión, la línea roja sigue el viejo itinerario por los Latreros d'a Rubiacha.

Actualmente la vieja "senda" ya no se transita, en su lugar se equipó hace algunos años un itinerario con pasamanos que recorre los abrigos inferiores de la Cueva Rubiacha:

Línea roja: vieja senda. Línea rosa: itinerario actual con pasamanos. Recuadro azul: localización del abrigo que nos interesa.

En la izquierda una cornisa-plataforma (por la que pasa el itinerario actual) se alarga bajo una serie de techos y en uno de sus extremos se encuentra un abrigo bien disimulado:

El recuadro rosa sitúa la ubicación del abrigo. La doble flecha roja señala la vieja senda por los Latreros d'a Rubiacha.

Se trata de una pequeña cavidad, una simple salita de techo bajo cuyo porche exterior aparece prácticamente camuflado por la roca. Se entra por uno de sus lados, fácilmente pero agachado.
Una vez en su interior se ve con claridad que muestra una antigua utilización:

Los recuadros señalan el relleno de piedras.
Desde el exterior las piedras colocadas pasan desapercibidas.

Efectivamente, este abrigo fue acondicionado con el fin de incrementar su cerramiento natural. Algunos de los espacios que quedan libres entre los bloques y las gruesas estalagmitas fueron rellenados con piedras para aislar el habitáculo dejando libre tan solo uno para que sirviera de entrada.

La pregunta es evidente: ¿para qué? El paso de ganado por estos lugares, cabras fundamentalmente, no parece incidir gran cosa en este abrigo a la vista del suelo y la bóveda, poco alterados para lo que suele ser habitual. Cuchareros y pescadores frecuentaban también estas hondonadas y una vez en el cauce podía remontarse por la otra vertiente (ver aquí) o, cruzando el Paso Mairal (ver aquí), volver a subir por el Gradón d´Artiquiachas (ver aquí).
¿Quizá esta cueva fuera un lugar de resguardo o descanso? ¿Acaso es mucho más antiguo? A estas alturas de la historia difícilmente encontraremos una respuesta de primera mano.

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