jueves, 13 de febrero de 2014

DOS ERAS EN CHETO

La diminuta pero preciosa población de Cheto guarda dos fenomenales eras todavía en buen estado. Una por cada casa, Casa Antón y Casa Narciso, estas todavía en activo, la primera tal cual y la segunda en remodelación.

A la izquierda vemos las dos casas. El punto rosa señala Casa Narciso y el punto naranja Casa Antón (cuya entrada aparece en la foto derecha).

LOCALIZACIÓN
Se encuentran muy fácilmente. La siguiente ortofoto las muestra con claridad:

Flecha roja: era Antón
Flecha azul: era Narciso
Punto naranja: casa Antón
Punto rosa: casa Narciso
Flecha verde: camino hacia Pallebla
Flecha naranja: Camino Salieto
Flecha rosa: Camino Cheto
Fuente ortofoto: Gobierno de Aragón, SITAR (Sistema de Información Territorial de Aragón).

Los dos caminos señalados, el de Cheto y Salieto, figuran en una entrada de este blog en la que describíamos un interesante recorrido circular (ver aquí).

A ERA ANTÓN. Un lugar con vistas
Por demás está describir lo bonito del lugar. Las bordas se encuentran bien, mantienen algo de la loseta del tejado e incluso unas escaleras de piedra para acceder al piso de arriba.
Muy cerca se encuentra el Arnal de Casa Antón (ver aquí).

 



Esta es la estupenda panorámica que se divisa desde a era Antón.

A ERA NARCISO. Un rincón de paz
No hace falta decir más.

El ruello campa tranquilo, sin esconderse.

Un recinto bien definido.

Detalles de construcción. La columnita y el muro de piedra seca que aterraza al borde de la peña.

UNA TERCERA ERA...
Justo al oeste de a era Narciso encontramos a era Jorge. La podemos distinguir sin problemas en la ortofoto de más arriba. Se encuentra en mal estado pero tiene un interés añadido.
Al igual que su vecina la era se acerca hasta el borde mismo de la peña, pero en este caso el aterrazamiento de piedra seca es más impresionante.

Desde el Camino Cheto se ve así el borde de la era y los ruinosos edificios anexos. Tanta construcción nos recuerda los misteriosos restos que salpican esta Loma San Chil (lugar donde, se dice, se asentaba el Rodellar primigenio...).

2 comentarios:

  1. La primera vez que llegué a Rodellar fue en noviembre de 1984, de noche, llovía suave. Dormí en un pajar a la entrada del pueblo. Eramos un Panadero y un Aceitero (¡que birosta!) que nos escapamos del cuartel de Zaragoza para pasar un fin de semana por Guara. Conocimos Rodellar y su alter ego Cheto, ¡que Belleza dormida!, muy cuidado por franceses. Hicimos el Mascún hasta Otín y Nasarre...el domingo con un excelente día de sol, el Balcés desde el collado de Rufas hasta la ermita de Sta. Marina...¡un balcón inmejorable al pirineo de Sobrarbe...!

    Buen trabajo para conocer o lugar y verlo más vivo aún, más alegre también.
    Saludos

    ResponderEliminar
  2. Qué bien. Llegaste en una buena época para conocer como era el valle antes de su (lenta) transformación.
    Me alegro de que te guste todo esto. Y de que lo veamos vivo y alegre.

    ResponderEliminar