martes, 11 de octubre de 2011

20 AÑOS Y UN MONTÓN DE PIEDRAS

Este es el tiempo prácticamente transcurrido entre estas dos fotografías. El suficiente para que la última no signifique nada sin la existencia de la primera. Nada deja suponer qué hace esta pila de piedras planas amontonadas. Pero bien es verdad que también es difícil saber de qué habrían servido aún cuando en la primera imagen todavía se ve algo de la estructura de esta pequeña construcción.
Ciertamente veinte años dan mucho de si. La primera foto es en realidad una de aquellas "viejas" diapositivas. La segunda es digital. Tiempo nublado, día soleado. Mi amigo José Antonio, veinte años más joven... Las piedras estaban mudas, siguen mudas.
Eso si, están en un lugar singular. Arriba del todo. En la loma cimera de a Costera d'Otín, en el cordal que lleva a los antiguos (maravillosos) campos de Campiello. Precisamente se encuentran al inicio de otros viejos campos, en lo alto de la montaña, escondidos del paso de cuantos van camino de Otín, tan cerca pero tan lejos. Este lugar, a Plana, era cultivado hace mucho tiempo por Casa Cabalero de Otín.
Qué muda está la montaña, cuántas voces permanecen silenciosas por estas alturas... Y sin embargo, cuánto dicen, cuan grata compañía cuando se anda por aquí sabiendo.

Domingo, 16 de febrero de 1992
La estructura todavía se mantiene en pié

Domingo 9 de octubre de 2011
Ya se ha desmoronado. Solo hay un montón de piedras, las mismas piedras.

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