sábado, 18 de febrero de 2012

SUBIR A O PICÓN D'O CUERVO

O PICÓN D'O CUERVO
Situado en la margen derecha del Barranco Mascún, cerca de Rodellar, este monolito calcáreo no pasa desapercibido para cualquiera que pase ya sea por el fondo del barranco o por el Camino d'as Graderas. Su forma original, parecida al pico de un cuervo, ha propiciado claramente su nombre.
Antaño dominaba una buena parte de los Huertos de Mascún y su cuidada red de acequias de riego. Ahora toda la zona se ha convertido en simple lugar de tránsito o destino de paseantes y escaladores. Precisamente esto último tiene, inesperadamente, un pasado insospechado que concierne a esta bonita aguja calcárea.

O Picón d'o Cuervo visto un dia de tormenta desde el Camino d'as Graderas.

CÁNDIDO LACOMA
El señor Cándido Lacoma perteneció a la generación anterior a la guerra civil. Vivió en Casa Lacoma, una pequeña vivienda situada en el estrecho callejón de o Barrio a Honguera de Rodellar. Fué lo que en estos lugares se denominaba un "peñacero", un excepcional peñacero. Según la gente mayor del valle fue probablemente el más hábil del valle en todo el siglo pasado (y quien sabe de cuanto del anterior). Se denominaba peñacero a aquellas personas con una probada habilidad para moverse por terreno abrupto, escabroso y poco fácil. Cándido lo era sobradamente y ello le valió encontrar en la montaña recursos para afrontar la débil economía de aquellos tiempos.
En lo que aqui nos ocupa fué capaz de subir, sin ninguna necesidad real y haciendo prueba de su capacidad, a lo alto de o Picón d'o Cuervo con el fin de cortar una carrasca que allí crecía para hacer leña. Esto tuvo lugar antes del comienzo de la guerra civil.


Casa Lacoma en abril de 1994.

7 DE FEBRERO DE 1971
La revista Muntanya del Centre Excursionista de Catalunya, en su número 657 de octubre de 1971, publica un artículo titulado Tres escalades al congost del riu Mascún firmado por Hermenegild Carreté, un activo escalador de la época. En él se da noticia detallada de la escalada al "Pitón del Cuervo" por parte de Jesús Serrate, Francesc Jaumejuan y Joaquim Lorés, pertenecientes al Centre Excursionista de Lleida, el 7 de febrero de aquel mismo año. Creían efectuar la primera ascensión..., no sabían nada del señor Cándido Lacoma delante de cuya casa prácticamente pasaron cuando se dirigían camino de este monolito cuya cima encontraron pelada, sin ninguna carrasca visible.




El tiempo ha pasado y nuevas publicaciones han visto la luz sobre la escalada en Rodellar y alrededores. Desgraciadamente ninguna de ellas recoge la (difícil) hazaña de Cándido Lacoma.